Ver a tu perro beber de su plato es entrañable. Nos gusta escuchar los sonidos del chapoteo y no nos importa cuando el agua cae por los lados del recipiente y cae al suelo.
Científicos en Tecnología de Virginia y Universidad Purdue Tenían curiosidad sobre cómo beben agua los perros y recientemente estudiaron los hábitos de bebida de diferentes razas y tamaños de perros.
Un profesor asistente en el estudio actual de Virginia Tech Sunny Jung patrocinado por el Programa de Física de Sistemas Vivos de la Fundación Nacional de Ciencias revela que los gatos y los perros tienen mejillas incompletas que les permiten abrir bien la boca para asestar golpes mortales para cazar. Sin embargo, esas mejillas hacen imposible beber por succión.
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Jung no es ajeno a los hábitos de bebida de los animales. De acuerdo a Ciencia diaria Hizo un estudio sobre los hábitos de bebida de los gatos hace tres años.
Los humanos tenemos mejillas completas que nos permiten succionar agua con la boca. Sin embargo, los gatos carecen de succión; beben mediante un proceso doble de entrada y salida de agua donde un gato coloca suavemente su lengua en la superficie del agua y luego la retira rápidamente para crear una columna de agua debajo de su lengua retraída.
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Cuando comenzamos este proyecto pensamos que los perros beben de manera similar a los gatos, dice Jung. Pero resulta que es diferente porque los perros golpean la superficie del agua con la lengua (salpican mucho), pero un gato nunca hace eso.
Usando cámaras para observar de cerca cómo bebe un perro, Jung descubrió que el movimiento rápido de lamer el agua, que según él es cinco veces mayor que la gravedad, crea columnas de agua que permiten que el agua entre en la boca del perro. Su investigación también encontró que los perros más grandes debido al tamaño de su lengua aumentan la cantidad de agua que reciben. Cuanto más grande es el perro también significa más salpicaduras.
Fuentes: Ciencia diaria Descubrir