Regalo de cuidados de hospicio

La mayoría de los dueños de perros se encontrarán en la dolorosa tarea de preguntar cuál es más importante: la calidad de vida y la cantidad de un perro. Estas situaciones ocurren cuando un perro enfrenta enfermedades terminales o cuando se encuentra en las etapas finales de una enfermedad, como insuficiencia renal, cáncer o enfermedad neurológica. El costo del tratamiento puede no estar justificado, ya que no proporciona una garantía de tratamiento.

Los dueños de perros tienen la opción de detener un tratamiento agresivo y doloroso y permitir que sus perros vivan sus vidas en el cielo seguro y cómodo de su hogar a través del cuidado de hospicio.



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PET Hospice Care se basa en un programa de atención de hospicio humano que comenzó en la década de 1960. El hospicio no está en una ubicación específica y no está preparado para tratar enfermedades. En cambio, es una filosofía que proporciona una alternativa a la muerte en el entorno frío, estéril e impersonal de una institución. La directriz de hospicio es que la muerte es una parte integral de la vida y debe experimentarse con dignidad, lo que permite que su perro pase su último día con los amados brazos de su familia.

Objetivos de hospicio

El cuidado de hospicio se centra en el alivio del dolor y el bienestar emocional de los perros. Su objetivo es aliviar el viaje innecesario al veterinario. Los veterinarios pueden causar estrés innecesario para los perros ya enfermos al ayudar a sus dueños a brindar la máxima atención en el hogar. A los propietarios se les enseña a interpretar señales dadas por el perro para que puedan proporcionar las necesidades físicas y emocionales de su perro. Esto crea otra intimidad entre el perro y el dueño, y ayuda a aliviar el dolor de perder a un compañero.



Obligación de hospicio del dueño del perro

Mientras que los perros y sus dueños son gratificantes, el cuidado de hospicio tiene mucha preparación y trabajo diario de su dueño. Primero, debe encontrar un veterinario con experiencia trabajando en hospicio. Muchos veterinarios practican el trabajo de hospicio, pero es posible que no estén familiarizados con la terminología que se aplica a los perros. Una vez que encuentre un veterinario que esté familiarizado con el cuidado de hospicio o que esté dispuesto a aprender, comenzará su trabajo real. El veterinario y su técnico le enseñarán cómo administrar medicamentos, monitorear y registrar su condición, alimentarlo con una dieta adecuada y ver su bienestar general. El veterinario y su personal establecerán pautas para seguir y proporcionar soporte continuo por teléfono o correo electrónico a medida que el perro necesita cambiar.

Una de sus responsabilidades más importantes es administrar el medicamento. Abordar la teoría de que el dolor es más fácil de prevenir que aliviar, la medicación generalmente se da en un horario regular, en lugar de depender de los signos de dolor. Es su deber monitorear de cerca a su perro para obtener signos de dolor, como llorar o irritabilidad. Luego puede discutir su nuevo horario o nuevo tratamiento con su veterinario. Ahora tienes los ojos y las orejas del veterinario y debes mirar de cerca a tu perro. Debe discutir con su veterinario sobre los cambios en la movilidad de su perro, los hábitos dietéticos, el peso, la temperatura o la actitud. El cuidado de hospicio no es una ciencia exacta. Puede requerir mucha prueba y error antes de encontrar el mejor curso de tratamiento para que su perro se sienta cómodo.

Puede sentirse un poco incómodo con las tareas del cuidador que se les pide que realice, como manejar inyecciones, dar fluidos intravenosos (IV) o recolectar muestras de orina y fecales para las pruebas. Su veterinario y su personal trabajarán con usted para asegurarle estos trabajos. Alternativamente, es posible que pueda encontrar alternativas como IV o medicamentos que se puedan administrar verbal o rectalmente mediante inyección. Y cuando haga estos trabajos íntimos para su perro, debe darse cuenta de que se sentirá más cómodo usted mismo e incluso disfrutará brindando este cuidado a su amado perro. Si hay algunas tareas que no puede hacer, el veterinario y su personal siempre están listos para intervenir por usted.



Eutanasia: cuando Hospice Care lleva a cabo su curso

Hospice Care es una gran alternativa a la atención hospitalaria para perros con enfermedades graves, pero no es un reemplazo para la eutanasia. Más bien, proporciona una etapa intermedia entre el tratamiento y la muerte, a veces le da al perro la oportunidad de morir cómodamente en casa.

La eutanasia es una decisión dolorosa, pero si ya está discutiendo completamente el tema con su veterinario, puede ayudarlo a darse cuenta de cuándo es el momento adecuado. Esta es una decisión personal que cada individuo necesita para mantener el bienestar de su perro como una prioridad en su mente en todo momento. Determinar el punto final por adelantado aliviará su dolor y angustia cuando llegue ese día final. La eutanasia es el último regalo que puedes darle a tu fiel amigo y puede poner fin a su dolor y sufrimiento para siempre. Muchos veterinarios de hospicio vendrán a su hogar y le darán la comodidad de terminar su vida en un ambiente seguro y familiar.

Hospice Care es una gran opción para perros con enfermedades terminales, pero ese no es el caso para todos. Algunas personas no tienen el tiempo o la capacidad de recibir atención de hospicio. Debe discutir su estilo de vida con su veterinario para ver si el cuidado de hospicio es una opción viable.

No importa la decisión que tome, ciertamente es cómodo saber que el hospicio está disponible. Le permite a su perro vivir su vida en un lugar seguro y protegido, y usted le permite aceptar la inevitabilidad de la muerte. Si tuviera el tiempo y la oportunidad de hacer de la muerte de un perro una experiencia segura y cómoda, gané el juego.

Fuente: Indicación de la American Animal Hospital Association