recuerda el gato Bob Esponja ?
Parece ser una tendencia hoy en día: alguien se ve obligado a renunciar a una mascota. Desafortunadamente, el animal no siguió una dieta responsable y se encuentra en un refugio con un sobrepeso que pone en peligro su vida.
Esto no es culpa del animal.
Encontrarse Ambos un niño de 5 años Perro tejonero . Según la página de Facebook El mayor perdedor edición Doxie Los ancianos dueños del perro ya no pudieron cuidarlo y tuvieron que abandonarlo. Adoraban al perro, pero lamentablemente lo asfixiaban con alimentación constante.
Simplemente no podían decir "no" a esos grandes ojos marrones, escribe Nora Vanatta, la madre adoptiva del perro. Es muy frustrante y triste, pero estamos encantados de poder ayudarlo y ahora seguir adelante con su nueva vida.
Vanatta se enteró de Obie (entonces llamado AJ) en la página de Facebook de Oregon Dachshund Rescue y decidió acoger al perro.
Vanatta sabe algo sobre animales: tiene una licenciatura en Ciencias Animales de la Universidad Estatal de Colorado y pasó ocho años trabajando como técnica veterinaria certificada; Actualmente trabaja como CAN y EMT.
Después de que el perro hizo el viaje desde Washington a su nuevo hogar en Portland Ore. Vanatta quedó sorprendida por la condición del perro. Escuchó que ese perro tenía sobrepeso pero no lo creyó.
Para mi asombro él es un Dachshund y en realidad pesa 77 libras. Vanatta escribe. Es extremadamente dulce y cariñoso. Obviamente fue amado y es un placer trabajar con él.
Afortunadamente, los análisis de sangre del perro procedentes de un examen veterinario resultaron normales.
El objetivo de Vanatta es adelgazar al perro a 30 libras seguras y saludables. Comenzará con una terapia de natación con ejercicios y luego trasladará a Obie a la cinta de correr después de que pierda algunas libras y tenga más movilidad. También sigue una dieta alimentaria estricta.
Puedes seguir el progreso de Obie y hacer una donación en el El mayor perdedor edición Doxie Página de facebook.
Ah, y Obie es la abreviatura de obeso.
Fuente: El mayor perdedor edición Doxie